domingo, mayo 20, 2018

Guardados en un cajón, reposan algunos de mis mayores sueños, esperando el momento oportuno para salir. He hecho acopio de paciencia para no precipitar su salida, confiando en que llegará el día en que puedan asomarse al mundo sin temor. He depositado en ellos una confianza que tal vez no merezcan, pero son la última oportunidad que me queda, por lo que debo mimarlos para que no se hagan pedazos al salir ahí afuera. A veces me impaciento y pienso en dejarles volar aunque aún no estén preparados para ello y corran el riesgo de estrellarse contra el suelo. Otras, dudo tanto de su viabilidad que pienso en ponerles un candado para impedir que se escapen. Y en esas ando, dudando si seguirlos con toda mi fe o destruirlos para siempre, mientras pasa el tiempo y empiezo a temer que sea demasiado tarde para ellos y al abrirlo se hayan convertido en ceniza.

No hay comentarios: